Pedro Resels nació en Buenos Aires en 1943. Hijo de padres
inmigrantes, su padre llegó de Polonia a Argentina en 1922, y su
madre de Ucrania en 1923. Creció junto a dos hermanas en el seno de
una familia judía de clase trabajadora relacionada con la política,
la militancia sindical y la cultura.
Pedro
Resels es economista, estudió Ciencias Económicas y se graduó como
contador público en la U.B.A. En su militancia, Pedro no participó
de la lucha armada porque consideraba que no había que abandonar al
conjunto más amplio del pueblo en la lucha, en lugar de crear una
vanguardia revolucionaria. En ese momento, la comunidad judía se
organizaba en torno a tres organismos centrales: la AMIA (Asociación
Mutual Israelita Argentina), la DAIA (Delegación de Asociaciones
Israelitas Argentinas) y la OSA (Organización Sionista Argentina)
quienes, según Pedro refiere en entrevista a Memoria Abierta,
hicieron todo lo posible por bajar el nivel de denuncia con respecto
al terrorismo de Estado que se vivía en el momento. En ese sentido,
comenzó a pensar en la posibilidad de generar un Movimiento Judío
por los Derechos Humanos en el país. El movimiento buscaba nuclear a
los miembros de la colectividad judía que luchaban abiertamente por
la defensa de los derechos humanos para la denuncia y el reclamo por
la aparición de los detenidos desaparecidos.
Dentro
del grupo fundador del movimiento, Pedro recuerda al Seminario
Rabínico Latinoamericano, Marshall Meyer, Baruj Plavnick, Herman
Schiller, Saúl Drajer, Eliahu Tocker, Fernando y Tamar Sokolowicz
entre otros. A ellos se sumaron en una reunión varios padres de
compañeros judíos desaparecidos. Como uno de los actos más
importantes realizados, el movimiento convocó a un acto en el
Obelisco en el año 1983, en vísperas de las elecciones
presidenciales, y constituyó el primer acto de la comunidad judía
en un lugar público nacional que no fuera en los barrios de Once o
en Villa Crespo. En el año 2005, el movimiento rechazó públicamente
el reconocimiento que le otorgara la DAIA, por considerar que esta
institución no participó en la denuncia contra el terrorismo de
Estado y la lucha por los derechos humanos durante la última
dictadura militar.